LA ESPERA CATALANA

Mitad de septiembre y la espera de la sentencia parece que no llega nunca. Menos de la mitad de Catalanes vive en una película que cada vez menos personas quieren ver. Miran a todo el mundo de cabeza asegurando que el error está en todo aquel que no es independentista.Todo esto pasará y continuarán diciendo que ellos tienen la razón. No existe otra verdad. Reclaman dialogo con una sonrisa y luego de terminar de escuchar, repiten siempre lo mismo.Es un poco como hacer el papel de idiota envuelto en una amabilidad de calidad para terminar oyendo con una gran sonrisa "Somos un país fuera de España"

Creo que la relatividad política mundial que vivimos desde fines del siglo XX, ha sido la gran oportunidad para intentar colar una reivindicación imposible de tragar.

Barcelona, hoy día, no es la ciudad repleta de esteladas y banderas que piden la libertad de los presos del golpe.Se podría decir que casi un 30% de estos símbolos visten alguno que otro balcón, pero el resto intenta vivir en la normalidad que una gran ciudad como Barcelona merece.

A finales de septiembre u octubre, sabremos las sentencias de los independentistas en prisión y será un buen momento para medir el verdadero poder que tienen los muchachos de Puigdemont.