COMIDA

España y Argentina, a mi entender, tiene en común esa oportunidad que la historia suele dar al comunismo para parecer la única y lógica solución a todos los males. Una oportunidad que quizás nunca más la vuelvan a tener.

Han entrado al poder con alfombra roja, luces y música pero saben que ese recibimiento no ha sido por sus propios méritos, esta vez la confusión y la gran distracción mundial hicieron su aparición gracias a un virus.

El mundo le ha dejado el balón a sus pies y ellos, con gran alegría intentarán cambiar el juego y todas sus reglas. Llevan años de reuniones, planificaciones, estudios y experiencias que los coloca delante de cualquier estratega en este siglo XXI, pero los egos, la inexperiencia institucional y la desconexión de la realidad en su ADN, sumado a que el viento de la pandemia terminará en algún momento, nos da la esperanza de que el arribo de ese totalitarismo no signifique que podrán echar raíces ni en Argentina ni en España.