NADIE SE EQUIVOCA

Antes de comenzar la exposición  de un político ante los medios, se puede oír como hace una mínima referencia sobre sus errores cometidos ya sea hace unos días atrás o hace años. Siempre con cara acongojada nos cuenta sólo los títulos de asuntos malos que flotan sobre las cabezas de la sociedad que en silencio total espera una profunda y seria reflexión.Una inmensa batería de promesas es la cuchara que introduce en nuestras bocas abiertas, tan rápido como para que ese proceso de atención retome la razón. El momento de la reflexión se ha terminado. Oir que desde la política, el universo se detiene para expresar alto, claro y extenso todas las cosas malas que  dañaron al prójimo es lo mismo que querer saciar el hambre mientras comemos arena.

Los partidos políticos no se equivocan, es la gente que se confunde, que se distrae y tiene una perversa pasión por quedarse ciega. Los políticos no cometen errores ni se hacen cargo de los desastres cometidos. Y luego de tantos años pasados, hemos aprendido que la culpa siempre la tienen otros, eso es lo que vemos, es lo que hacemos.

La ignorancia es la cima, es la razón de nuestros días. La causa de nuestra extinción.