AQUÍ NO HA PASADO NADA

Sale por la televisión diciendo que Él es un presidente limpio, que no permite corrupciones, ni hechos fuera de la ley.

Ya metido en el barro, solo tiene que seguir mintiendo para no hundirse, mientras tanto la gente busca en el rostro presidencial algún indicio de remordimiento o tal vez alguna torpeza que delate algo de lo que tiene oculto.

Pero eso no va a poder ser.

Es , antes que nada, un gran actor.

Nada lo puede arrastrar al abismo ya que nadie está a su altura como para poder derrotarlo.

Cuanto más pasa el tiempo, la falta de una oposición verdadera que sepa mostrar la personalidad engañosa de Pedro Sánchez, facilita que este hombre crea que su habilidad está por sobre todos.

Solo el inevitable castigo de un soberbio, que es morir aplastado por sí mismo, puede salvarnos de seguir barranca abajo y sin frenos.